La debilidad del piso pélvico o la incontinencia urinaria afectan a millones de hombres y mujeres en todo el mundo, aunque pocas veces se habla abiertamente del tema. Sus consecuencias van más allá de unas gotas de orina: pueden impactar tu rutina diaria, tu autoestima, tu intimidad y tu vida sexual.
Si te sientes identificado(a), no estás solo ni sola. Estos problemas pueden disminuir seriamente tu calidad de vida y tu sexualidad, pero no tienes que aceptarlos como parte normal del envejecimiento, el postparto o una cirugía. En Bless Spa entendemos tu situación y estamos listos para ayudarte a recuperar el control, tu confianza y tu bienestar íntimo.
Un tratamiento revolucionario, 100% no invasivo y clínicamente comprobado, diseñado para fortalecer y
reactivar los músculos del piso pélvico.
Solo necesitas sentarte, completamente vestido(a), y en 30 minutos la tecnología HIFEM® genera más de 11,000 contracciones supramáximas, equivalentes a miles de ejercicios de Kegel, imposibles de lograr de forma voluntaria.
Mejora post-cirugía de próstata: ayuda a recuperar el control urinario tras procedimientos quirúrgicos.
Reducción de escapes leves y urgencia urinaria: brinda confianza en la rutina diaria.
Apoyo en disfunciones sexuales leves: fortalece los músculos pélvicos que intervienen en la erección y el control de la eyaculación.
Alivio complementario en prostatitis leve no bacteriana: terapia de soporte que mejora la calidad de vida.
Control urinario mejorado: disminuye o elimina los escapes al reír, toser, estornudar o hacer ejercicio.
Apoyo postparto: fortalece el suelo pélvico después del embarazo y ayuda a prevenir prolapsos leves.
Mayor sensibilidad y disfrute íntimo: al recuperar el tono muscular, mejora la respuesta sexual.
Confianza y seguridad: menos molestias e inseguridad durante las relaciones íntimas gracias a la recuperación del tono vaginal.
Los músculos del suelo pélvico pierden fuerza y dejan de sostener de forma adecuada los órganos pélvicos, lo que puede afectar el control de la vejiga y generar incomodidad en la vida diaria.
Con EMSELLA®, recuperas el poder de tu propio cuerpo. Esta innovadora tecnología HIFEM® fortalece profundamente los músculos del suelo pélvico mientras disfrutas de una sesión cómoda, rápida y sin necesidad de desvestirte.
La estimulación permite recobrar el control sobre la vejiga y los músculos pélvicos, devolviéndote la seguridad, la tranquilidad y la confianza en tu día a día.
PREGUNTAS FECUENTES
En tu consulta inicial podremos resolver todas las dudas adicionales que tengas. En Bless Spa queremos que te sientas seguro, informado y cómodo en cada etapa. ¡Estamos aquí para apoyarte en tu camino hacia una vida sin incontinencia!
¿El tratamiento Emsella es seguro?
Sí, es muy seguro. La Silla Emsella ha sido aprobada por entidades regulatorias de salud (FDA, CE, etc.), lo que significa que ha pasado rigurosas pruebas de eficacia y seguridad . Al ser un procedimiento no invasivo, no conlleva los riesgos de una cirugía ni efectos secundarios significativos. Tampoco requiere anestesia. Durante la sesión solo sentirás contracciones leves y un cosquilleo, pero ningún dolor . Después puedes retomar tus actividades normales de inmediato, sin tiempo de recuperación. (Como con cualquier tratamiento, existen contraindicaciones en casos muy específicos – por ejemplo, si tienes un marcapasos u otro implante metálico en la zona pélvica, no sería recomendable . Nuestro equipo médico evaluará tu caso para asegurarse de que Emsella sea seguro y adecuado para ti.)
¿Cuánto dura el tratamiento y cuántas sesiones necesito?
Cada sesión de Emsella dura aproximadamente 28 a 30 minutos. El protocolo habitual recomendado es de 6 sesiones, típicamente realizándose 2 por semana . De esta forma, en apenas 3 semanas completas el tratamiento. Algunos pacientes podrían requerir una o dos sesiones adicionales según la recomendación del especialista y la gravedad de su caso, pero 6 sesiones es lo más común. Lo mejor es que no tienes que hacer nada más que sentarte y relajarte durante ese tiempo.
¿Cuándo notaré los resultados?
¡Bastante pronto! Muchas personas comienzan a notar mejoras en el control de la vejiga después de la primera o segunda sesión. De forma general, a partir de la tercera o cuarta sesión la mayoría de los hombres reportan cambios significativos (menos urgencia, menos escapes) . Y lo mejor es que los resultados continúan mejorando durante las semanas posteriores a finalizar el tratamiento , ya que los músculos siguen reforzándose. Cada cuerpo es distinto: algunos experimentan progreso muy rápido, otros de forma gradual; pero casi todos nuestros pacientes terminan el protocolo de 6 sesiones sintiendo un cambio notable en su calidad de vida.
¿Quién puede realizar este tratamiento?
Emsella está diseñado para hombres de todas las edades que necesiten fortalecer su piso pélvico o sufran incontinencia urinaria . Es ideal para quienes tienen incontinencia de esfuerzo (escapes al toser, reír, hacer ejercicio) o incontinencia de urgencia (necesidad repentina de orinar), e incluso para casos posteriores a una cirugía de próstata (prostatectomía) donde haya debilidad muscular. Si eres un hombre sano con molestias de control urinario, probablemente seas candidato. No importa si tienes 35, 55 o 75 años, lo importante es tu condición física actual y tus síntomas. (Recuerda, habrá una valoración previa: por ejemplo, hombres con dispositivos médicos implantados (marcapasos, implantes metálicos) o con ciertas condiciones graves deberán consultarlo, para garantizar tu seguridad al 100%.) En general, casi cualquier hombre que quiera mejorar su salud pélvica puede beneficiarse de Emsella – desde quienes recién empiezan a notar señales de debilidad hasta quienes llevan años lidiando con la incontinencia.
¿El procedimiento es doloroso o incómodo?
No, para nada es doloroso. Durante la sesión sentirás las contracciones intensas de tus músculos pélvicos, pero no son dolorosas, sino más bien curiosas o diferentes . Muchos pacientes lo describen como un cosquilleo fuerte o una sensación de vibración en la zona pélvica. Al cabo de unos minutos te acostumbras a la sensación. No hay agujas, ni corrientes eléctricas directas en tu cuerpo, ni calor que queme – solo el efecto del campo electromagnético trabajando tus músculos profundamente. Tras la sesión, no quedas adolorido; al contrario, puedes levantarte y continuar con tu rutina diaria inmediatamente, sin molestias. Es un tratamiento pensado para tu comodidad absoluta.
